En la primera cámara están los buscadores, motivados por la inquietud que les provoca un mundo que no acaban de comprender y por la fe ciega que postula una respuesta bondadosa. Aquí se lee mucho, se escucha mucho, se pregunta mucho. El peligro está en quedarse con la respuesta de otro y atraparse en la fe del seguidor, el peligro es quedarse en la búsqueda meramente intelectual, el peligro es desafiar en lugar de desafiarse. Aquí se debe encontrar la primera respuesta personal, que corresponde a la primera decisión, decides qué vas a aceptar. En la segunda cámara, está el desarrollo del ritual, el logro de la disciplina en el trabajo interno. El peligro es el juego de la vanidad, el peligro es la ambición, el peligro es el poder, aquí el peligro es el otro, que te ofrece el mundo para perderte. En la tercera cámara estás solo, un universo entero y poblado rodea tu soledad, aquí te haces responsable del único ser humano que está a tu cargo y que eres tú, debes llevarlo a la expresión de su divinidad, que lo justifica. El peligro es la complacencia, el peligro es la mentira, el peligro es la distracción. En la cuarta cámara está la fuerza de la mente infinita, el logro de la máxima expresión creadora, el peligro es la confusión. En la quinta cámara está La Identidad.
GT
Leave a Reply